Mi nombre es Renata y llevo más de 14 años dedicándome a la Nutrición y Dietética, actualmente presto servicio en la Calle Edgar Neville nº 6 (antigua calle General Moscardó), despacho 55, en Madrid y en Clínica Renata, en avenida de Isabel de Farnesio nº30 local G en Boadilla del Monte de Madrid.
Soy Licenciada en Ciencia y Tecnología de los Alimentos y Diplomada en Nutrición Humana y Dietética por la Universidad Agraria de Varsovia, Polonia (Warsaw University of Life Sciences WULS-SGGW).
Estoy especializada en Dietética y Nutrición.
Durante años, he sido una apasionada de la nutrición y el estilo de vida saludable. Gracias a numerosas prácticas realizadas durante mis estudios y el trabajo en centros dietéticos y clínicas de nutrición, tanto en España como en el extranjero, he adquirido una gran experiencia en el tratamiento nutricional de personas sanas y con patologías.
Cada día amplío mis conocimientos dietéticos y médicos dedicando todo el tiempo que requieren mis pacientes.
Creo que cada persona es diferente y merece un tratamiento individual, analizando las causas que originan sus problemas, de modo que sea posible modular la ayuda especializada logrando el propósito deseado.
Como profesional, soy capaz de observar el poder que tiene una alimentación sana y equilibrada, sobre la mejora en los resultados de los análisis clínicos y el bienestar general. Una adecuada alimentación ayuda en consecuencia, a evitar las enfermedades carenciales y a prevenir las enfermedades crónicas y degenerativas.
Para poder controlar el pronóstico de la enfermedad a mis pacientes, así como para mejorar su calidad de vida y salud, confecciono mis planes nutricionales personalizados, basándose exclusivamente en una alimentación mediterránea equilibrada y siguiendo los patrones de la Pirámide Nutricional.
Todos los planes están elaborados teniendo en cuenta un adecuado aporte diario de calorías (Kcal), Hidratos de Carbono, Proteínas, Lípidos, Vitaminas y Minerales, repartidos en 5-6 comidas diarias.
Un buen asesoramiento nutricional y una buena reeducación alimentaria, ayudan a prevenir patologías relacionadas con los hábitos alimenticios, como la obesidad, la malnutrición, o las enfermedades cardiovasculares y el cáncer.